En muchas ocasiones el origen de la incontinencia urinaria y de los prolapsos de órganos pélvicos es el debilitamiento del suelo pélvico, que son los músculos que se encargan de sostener y mantener firmes dichos órganos pélvicos. Una manera efectiva de fortalecer estos músculos son los ejercicios de Kegel, que consiste en contraer y relajar los músculos que forman el suelo pélvico. 

 

Para muchas mujeres el suelo pélvico es algo desconocido, muchas han oído hablar de ello pero apenas saben de que músculos se trata.

Podemos definir el suelo pélvico como el conjunto de músculos y ligamentos que cierran la parte inferior de la cavidad abdominal. Actúan como una estructura con la función de sostener y asegurar en su lugar adecuado a todos los órganos pélvicos (vejiga, útero, vagina y recto). Este conjunto de músculos puede dividirse en diferentes planos: el superficial, un plano medio y el más profundo. Tendría forma de "hamaca" o de "puente", que iría desde el hueso sacro, final de la columna vertebral, hasta el pubis, formando dicho conjunto de músculos y ligamentos la base para sostener los órganos pélvicos.

Lo primero para realizar de forma correcta los ejercicios para fortalecer el suelo pélvico será localizar los músculos implicados. Para ello puede practicar a contraer el músculo que utiliza para detener la orina cuando va al baño. Si no consigue localizarlos introduzca uno o dos dedos en su vagina e intente empujar la pared de atrás, cuando apriete los músculos notará como la pared se desplaza hacia adelante y nota una ligera elevación de la vagina.

Una vez localizados los músculos correctos, colóquese en una postura cómoda, será más sencillo comenzar por una postura tumbada de lado o boca abajo. Una vez encontrada la postura ideal, apriete los músculos durante varios segundos notando que el suelo pélvico se eleva ligeramente y vuelva a relajarlos otros pocos segundos, sintiendo que el suelo pélvico vuelve a su posición inicial. Puede comenzar realizando contracciones de tres a cinco segundos, y con el paso de los días o semanas ir aumentando hasta poder realizar diez segundos de contracción correctamente. Puede repetir dicho ejercicio unas 10 veces por sesión, siendo recomendable realizar unas  tres sesiones por día. Lo realmente importante es la calidad de los ejercicios, no la cantidad. También hay que destacar que la respiración debe ser la habitual, evite contraer la respiración o cambiar los patrones de ésta. 

También existen ejercitadores que ayudan y facilitan el proceso de fortalecer dichos músculos pélvicos. Se trata de bolas de entrenamiento pélvico, conos vaginales, ejercitadores cónicos, entre muchos otros. Son instrumentos que ayudan a fortalecer y tonificar el suelo pélvico, ya sea a través de contracciones involuntarias (como con las bolas de entrenamiento pélvico), o bien a través de contracciones voluntarias (resto de ejercitadores) como complemento a los ejercicios antes mencionados. Estos dispositivos son un complementario perfecto a los ejercicios anteriores pudiéndolos utilizar cómodamente en la intimidad de tu casa. 

Debe evitar las contracciones de músculos como los glúteos o los que componen el core a la hora de realizar los ejercicios, debe trabajar los músculos del suelo pélvico de manera aislada.

Estos ejercicios sólo serán efectivos si se realizan con perseverancia y a diario, de lo contrario, no conseguirá fortalecer dichos músculos. Lo ideal sería que se incluyesen los ejercicios en la agenda diaria convirtiéndolo en un hábito.